Papa Luna: Mantenerse en sus trece

Buenos días lector:

Hoy vamos a ver de dónde viene la famosa frase "mantenerse en sus trece". Muchas veces no nos damos en cuenta por qué decimos determinadas expresiones o frases que tienen siglos de historia. Si bien ya se conoce bastante de donde viene la expresión "viernes trece día de mala suerte" por la matanza de los templarios, hay otras muchas que ni caemos en la cuenta cómo ha nacido.

En este caso "mantenerse en sus trece" fue por la insistencia de Benedicto XIII de Aviñón (Papa Luna) en ser el legítimo Papa, luchó hasta su muerte por ello.

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor era de origen aragonés y se proclamó Papa en la obediencia de Aviñón. Había sido Cardenal mientras la sede del Papado fue en Aviñón con Gregorio XI. Cuando la sede volvió a Roma muere Gregorio y el pueblo romano pide un Para romano, temerosos de que fuera francés y volviera la sede a Aviñón; así se elige a Urbano VI como legítimo aunque en su elección solo hay presentes 16 cardenales de los correspondientes 22.

Se aprovechó el comportamiento poco diplomático de este nuevo Papa para argumentar que se eligió bajo presión y que debería ser nula dicha elección; si bien primero Luna defendió la legitimidad, más tarde fue convencido de que fue bajo miedo y también votó a favor de un nuevo Papa: Clemente VII.

Tras la muerte de Clemente se escoge como Papa a Luna, pero al pertenecer al reino de Castilla en vez de Francia y haber demostrado años anteriores que no fue fácil convencerlo a los intereses franceses, se le retira su apoyo y tan sólo es reconocido como Papa por Castilla, Aragón, Escocia y Sicilia.

Se inició momentos convulsos donde hubo hasta tres Papas simultáneos, se intentó renunciar, unificar la Sede pero al final Benedicto fue declarado Antipapa y designado Martín V como el legítimo Pontífice.

Luna nunca renunció a su título y se retiró a Peñíscola con la protección del reino de Aragón hasta su muerte.

Atentamente,                                                                                                   

Elena Rojas                     

                                                                 

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El abogado de las brujas

Buenos días lector:

Atentamente,                                                                                                   

Elena Rojas                     

                                                                 

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El volcán de Thera: la Pompeya del Egeo

Buenos días lector:

Veamos hoy una curiosidad que suele pasar desapercibida, a la sombra de la famosa tragedia de Pompeya y el volcán Vesubio. Si bien este es el más notorio por sus escenas impactantes congeladas en el tiempo que nos dejaron las cenizas...no significa que fuese el único volcán que provocó la huida de una civilización antigua para salvar la vida.

La isla de Thera, hoy conocida como isla de Santorini (isla griega situada en el mar Egeo) entró en erupción entre los años 1639 y 1616 a.C. Se considera uno de los peores desastres naturales de la Antigüedad. Tal fue su magnitud el estallido del volcán que cambió el clima de esta zona oriental y posiblemente del planeta entero (dado que la ceniza tapó la luz del sol y provocó el crecimiento deficitario de cultivos y árboles). 

Liberó más energía que la bomba atómica de Hiroshima y causó terremotos y tsunamis que llegaron hasta la vieja Alejandría. En cuanto a la isla, la cambió considerablemente, pues de tres islas las unificó en una y el propio volcán, tras vaciar su cámara magmática, se desplomó en varias fases dejando un caldera de unos 80 km cuadrados. Hasta 7 m de altura alcanzó la lava y ceniza depositada de las millones de toneladas que escupió el volcán.

En cuanto a la civilización que vivía en esta isla, el fenómenos se conoce como "Erupción minoica" dado que los restos que se han hallado de sus callejones, casas y edificios son similares a los de Creta; así como otros restos de menos tamaño. Se considera, por las fechas, que la erupción contribuyó a la caída y decadencia de los minoicos. 

No obstante, al contrario que en Pompeya, la población tuvo tiempo de escapar pues semanas antes del estallido definitivo del volcán, ya estaba arrojando cenizas y lava. De modo que la gente abandonó los campos y pueblos, cogieron los barcos y huyeron a islas vecinas, sobretodo Creta. Sin embargo, muchos debieron morir a causa de los tsunamis (pues se puede ver en Creta como los edificios los empezaron a construir a cierto nivel del mar, como si quisieran protegerse de futuras olas gigantescas). Numerosos barcos debieron ser destruidos perjudicando su comercio y sufrieron hambruna donde  miles tuvieron que morir años después al no poder arar las tierras a causa de las cenizas.

Atentamente,                                                                                                   

Elena Rojas                     

                                                                 

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